Las parasitosis son enfermedades que pueden afectar a la salud de nuestras mascotas así como a la de las personas que convivimos con ellas. Podemos dividir estas enfermedades en dos grandes grupos: las parasitosis externas, cuando afectan a la parte exterior de los animales (piel, pelo, oídos, etc); y las parasitosis internas, cuando cursan afectando a órganos y sistemas internos (digestivo, corazón, hígado, etc).
Las pulgas, constituyen uno de los parásitos que pueden afectar con mayor frecuencia e intensidad a nuestros perros y gatos, representando también una vía de infestación para las personas y su hogar. Son parásitos externos difíciles de identificar debido a su escaso tamaño y a la gran movilidad que presentan. Además, se reproducen a gran velocidad. Desarrollan todo su ciclo vital en el hospedador. Una vez que llegan a la mascota, la pican y se alimentan de su sangre, comenzando a poner decenas de huevos que caen al entorno (una sola pulga pone más de 2.000 huevos a lo largo de su vida). Estos huevos setransforman en larvas, con capacidad ambulatoria, lo que les permite desplazarse hasta situarse en lugares adecuados donde quedan protegidas, experimentando un nuevo cambio evolutivo a la forma de pupas, donde se desarrollan las formas adultas, nuevas pulgas activas, que eclosionan en el momento adecuado para parasitar nuevos hospedadores.
Pero la problemática que representa este parásito no sólo se limita a las distintas acciones descritas sino que puede dar lugar a otras situaciones añadidas: el desarrollo de dermatitis alérgicas(DAPP) y la transmisión de parásitos internos como el Dipilidium caninum, un peligroso gusano plano intestinal. El primero de los problemas asociados a las parasitosis externas por pulgas es la DAPP o dermatitis alérgica por pulgas que consiste en una reacción alérgica localizada en la piel como consecuencia de la picadura de las pulgas en las mascotas causando una importante irritación, dolor y pico en el animal que debe recibir un tratamiento complementario a base de baños, antimicrobianos, antihistamínicos y antiinflamatorios. El segundo de los problemas es la parasitosis interna por gusanos planos, nos referimos a la infestación por Dipilidium caninum, situación que se produce como consecuencia de la ingestión de alguna de las pulgas cuando la mascota se rasca con la boca, liberando el gusano plano en el intestino del animal causando alteraciones nutricionales, diarreas, malestar general y anemias que, al igual que referíamos en el apartado anterior, requerirán tratamientos específicos para su curación.
De todo lo anteriormente expuesto se desprende que el mejor sistema para evitar todas las consecuencias de una parasitosis por pulgas consiste en prevenir eficazmente su presentación pues una vez se ha presentado el problema nos enfrentamos a una situación difícil de resolver pudiendo llegar a causar daños importantes en su mascota con el riesgo de transmisión de enfermedades. Para ello es necesario poner en marcha un tratamiento riguroso y eficaz que nos permita evitar todos estos problemas.